YA NO ES RRARO ESCUCHAR O LEER CUANDO LA POLICIA O GRUPOS "COMANDOS" HACEN NOTICIA,ACA LES DEJO UN COMUNICADO DE UN MUCHACHO DE LA CIUDAD DE RIO GALLEGOS QUE LO PADECIO EN UN RECITAL.....POR QUE NO SE DEDICAN A AGARRAR VIOLADORES Y A LOS CURAS ABUSADORES DE MENORS!!
Contra el aparato represivo GOE (grupo de operaciones especiales – policías avalados para cualquier clase de atropellos) y la SECCIONAL SEGUNDA cómplice (comisaría con fama de ser la más impune a la hora de apremios ilegales):
Agradezco, si lees esto y si lo queres difundir también, es un relato de lo que viví hace unos días, aclaro que antes la había escrito a forma de editorial, pero los medios escritos de esta ciudad salvo los radiales hicieron caso omiso. Para mi forma de ver, es una forma de ser parte o peor aun darles un aval de impunidad a esta policía adicta a lo injusto. Solo algunas paginas de amigos, o fotologs de bandas lo difundieron, esto no queda acá, esto empieza acá, no vamos a claudicar porque lo que me hicieron lo se yo y cada cerdo con uniforme que hizo de los golpes su droga preferida. No quiero que lo vuelva a vivir ningún amigo, ningún roquero, metalero, punk, cumbiero, emo o quien sea, No Mas Atropellos:
El sábado 27 de Diciembre pasado, asistí al recital homenaje a Yito Guisande (guitarrista pionero del rock en Río Gallegos, fallecido trágicamente en el 2007). Desde que llegamos todo fue una fiesta, hay varios testigos que toda esa noche tome Coca Cola y aclaro esto, porque no hubiera tenido nada de malo haber tomado cerveza, porque deje el auto en casa. Cuando Coca Cola no vendían más o solo la vendían con los tragos, de vez en cuando salía afuera a tomar aire porque había bastante calor, todo esto entre banda y banda. Se podía entrar y salir, porque en el recinto el trato policial fue muy respetuoso y no molestaron a nadie, teniendo en cuenta que eran alrededor de cuatro policías para mas de 300 personas y creo que ni disturbios hubo esa noche. Cada dos horas le mandaba mensaje a mi señora, por si mi hijo que tenia tos levantaba fiebre o algo parecido, estaba atento a eso, los que nos conocen de cerca, saben de que Nehuen ha tenido unos problemas desde el nacimiento, problemas que siempre nos tienen atento con unos cuidados especiales, ejemplo: cada vez que tiene fiebre se deben realizar ciertos exámenes. Antes que suba la última banda que era Torke, y ante un Purgatorio (banda de amigos de la vida) que no me había gustado para nada, fuimos a esperar y sentarnos un rato en la camioneta de mi amigo, el negro Ramón, cosa de gente grande, que se cansa de esperar parado.
En eso pasa el GOE y nos quedan fichando, aclaro que ni vidrios polarizados tiene como para que excusen sospechas, le digo a Ramón, vamos adentro del recinto, me dice que no porque no estábamos haciendo nada. Dan la vuelta vuelven y con una brutalidad digna de una jauría de rotweiller cazando gatos, nos hacen bajar de la camioneta, a los gritos: ¿que están haciendo?, al responder nada, y preguntarles que vieron de raro, le seguíamos diciendo nada. Preguntan si tengo documento, le digo que no. Porque no ando manejando y deje todo en mi casa, pero que era mayor, tenia treinta y seis años, que era casado y tenia un hijo de tres años; que vengo a un recital de rock porque es lo que me gusta, ¿qué tiene de malo eso?. Me dicen sos pesado, entonces me sacan la cola del pelo y de cada lado me mechonean hasta tirarme para poder arrastrarme en el piso, para empezar a pegarme, y gritarme: ¡sos pesado!, ¡sos pesado!, ¡no me hagas calentar!, ¡que bronca te tengo!, ¡vas a ver lo que son los machos! eso gritándome en el oído y totalmente desaforados (muy de hombres cuando andan en su patota legal, muy de hombres tirando el pelo, muy de hombres andar encapuchados); de ahí patadas de los dos lados de las costillas, después uno de ellos con su borcego me pisa la cabeza y seguía gritándome, al prenderse las luces de la casa dueña del jardín donde me estaban pegando, aplastándome contra el piso me esposan. En ese momento no decía nada, ni mi actitud era de responder nada, ya no sabía que más me podían hacer, temía lo que aun me podría llegar a pasar si gritaba o algo por el estilo, tampoco veía que le hacían a mi amigo que lo tenían del otro lado de la camioneta. Agradezco una y otra vez, el haber andado totalmente sano, para poder relatar, o para no haber sufrido alguna consecuencia mas grave de toda esta golpiza. De la cadena de las esposas apretándome cada vez más las muñecas me llevan a la caja de la maldita 4x4, la famosa camioneta negra del GOE patente DIG 575, ahora todos dicen que no es del GOE que es de Guardia de Infantería, realmente da lo mismo, para ellos: es el mismo fin, el mismo accionar, el mismo odio para los que podemos pensar libres. La puerta de atrás de la caja no habría, se enojan entre ellos, me empujan por arriba sin poder manejarme al estar esposado, ahí es donde me hacen pelota el hombro izquierdo, que hoy a mas de diez días aun me duele, me tiran como pueden, suben dos atrás y los otros encienden la camioneta y me llevan, me vuelven a pisar la cabeza contra el piso de la camioneta, seguían pegándome, me seguían gritando ahora vas a ver por pesado; nunca pude ver que le paso a Ramón, ni el ver que hicieron conmigo. Iba contando las cuadras y para donde doblaban, porque desde el “quincho de la caja” donde era el recital, sabia que la Comisaría Segunda estaba cerca, creyendo así que iba a estar más a salvo en manos de la policía que de ellos. Temiendo que me vayan a tirar a algún lado para seguir descargando su furia descontrolada, porque realmente fue así estaban desaforados y excitados de golpear. Al percatarme y bajarme en la Comisaría Segunda, salen los otros policías bravos que estaban de guardia, todos iguales actuando peor que una patota, gritando ¿así que este es el pesado?, preguntando: ¿y este?, ¿que es pesado?, me arrastraron juntos los cuatro a un pasillo, donde habían otros muchachos, mucho mas jovencitos que yo, con lo que recuerdo es la imagen de los cumbieros, con pantalones anchos y esos buzos tipo de raperos, a uno le estaban dando contra la pared, el otro lo tenían de cabeza en su propio vomito. Un policía que sí estoy seguro era un efectivo de la comisaría segunda (de ahora en mas para nosotros: comisaría de segunda) que estaba en el pasillo me recibe con un golpe de puño en mi ojo derecho, seguro estoy de que tenia un guante, supongo para no dejar marcas. De ahí me ponen los pelos sobre la cara, me revientan la nariz, me tiran al piso de ese pasillo, y hasta que se fueron los sacados del GOE me siguieron pateando en el piso, con sus sucios e impunes borceguíes en mi cabeza, patadas de cada lado de las costillas, me pisaban los pies y las manos, así entre vueltas y vueltas veía el mismo panorama que les tocaba a los chicos que también estaban en el mismo horrible pasillo.
En ningún momento les dije nada y me ponen “resistencia a la autoridad”, no tome alcohol y sin alcoholemia de por medio, me ponen “en estado de ebriedad” además de “contraventor”, a todas esas acusaciones llegue, y todo por no tener documento, linda forma de averiguación de antecedentes que le dicen. De ahí fue un trámite despojarme de todo lo que llevaba encima, plata, mi anillo de casado, cordones, plata, la entrada del recital… solo así me sacaron las esposas que pocas veces en Santa Cruz son llevadas por quienes deberían, no podían sacarme mi alianza por lo doblada ante sus pisadas en forma de tortura. De ahí a una celda donde había dos personas más, acostado sobre cuatro baldosas que no estaban ni orinadas ni vomitadas, alertado por otro joven que ya llevaba horas encerrado, una humillación inimaginable. Pero sabia que podía estar tranquilo a salvo de la ferocidad inexplicable de los captores, acompañado por un joven, también llevado por los valientes del GOE, así escuchaba porque no veía nada, minuto a minuto esperaba irme a mi casa. Con la incertidumbre de si mi señora ya sabia, si mi amigo había corrido la misma suerte, así hasta las 08:00 hs. ó más de la mañana del domingo. En algún momento de la madrugada me sacan y revisa un medico de la policía, firmando que no tenia nada, cuando los moretones todavía estaban fresco, al igual que la hinchazón de mi ojo y la sangre de la nariz. Parecía una muy mala pesadilla. Con esa realidad, mi esposa me estaba esperando, apenas de enterada se acerco a la seccional y en ningún momento le pidieron presente mi documento que ella lo había acercado. Llorando de mucha bronca me retire de la seccional, que uno tiene el teléfono para llamar para cuidarnos, cosa creo no tenga las ganas de ni siquiera intentar llamarlos. Ahora ¿alguien nos cuida de ellos?, ¿cuál es la intención de averiguación de antecedentes?, ¿es malo para la sociedad: usar remeras negras y tener el pelo largo?, ¿ es penado por la “ley”: escuchar rock de mi ciudad?, ¿es pecado ser libre de pensamiento?... Yo soy nacido en esta ciudad, trabajo en la Municipalidad hace mas de diez años, estoy casado hace seis años con Silvia Edith Cárcamo “la negra”, tengo un hijo de tres años Nehuen Aguilar Cárcamo, nosotros elegimos quedarnos a vivir en Río Gallegos y emprender el camino de la familia en nuestro lugar. ¿Porque los que están para cuidarnos nos tratan con esa saña?, ¿porque en el hospital no me quisieron atender y ver mis golpes en todo el cuerpo?, ¿porque tengo que tener miedo de ir a la justicia, sabiendo cual puede ser el resultado?, ¿por qué desde que tengo memoria existe un aparato represivo como el GOE?, ¿por que la policía es cómplice de la represión de estos salvajes?, ¿por qué una y otra vez en la segunda te preguntan: vos sos de acá, de donde venís, sabes leer o escribir?... muchas preguntas que no tendrán respuestas. Hace muchos años que los delincuentes en esta provincia siguen libres y nosotros tenemos que pasar una noche o noches en las comisarías, nosotros mismos aportamos para sus sueldos, el estado somos todos nosotros también. Pude hacer la denuncia en la Fiscalia Nº2 el ultimo día antes de que empiece la feria judicial, me costo conseguir un certificado medico que valide los golpes. Fue un derrotero ir al hospital y ver que nadie se hace cargo de certificar nada, también en medisur me paso lo mismo, me decían que valla a la misma comisaría, que vea al medico policial, yo tenia claro ante lo pasado que no pensaba en lo mas mínimo volver a ese antro de cobardes, desde el medico, a los agente y oficiales, aquellos que reían ante la cara de mi hermana cuando me buscaba, aquellos que mostraban las ramas ante las preguntas de mis amigos preocupados, etc.
Después de toda la búsqueda de una revisación medica, apareció un valiente doctor como lo es Taboada se acerco y me reviso poniendo su firma. Todo esto gracias al haber sido difundido por los medios que no callan, se acerco alguien conocido del doctor, y me aseguro que no claudica ni tiene miedo. Después con certificado en mano, en la misma fiscalía me dicen: que me tiene que volver a revisar un medico forense, ahí caemos ante la inexperiencia de saber sobre denuncias, que no es necesario tener un certificado, se puede denunciar y el forense te revisa, además este forense sabe como “pegan los muchachos de la ley”, aunque ya no hayan moretones encuentra todas las anomalías en tu cuerpo.
Ahora y después de todo esto, desde cuando las remeras negras o pelo largo son sinónimo de delincuencia, me queda no quedarme callado, no pienso quedarme de brazos cruzados a que hagan pasar de largo a un joven, por un golpe desmedido, no quiero ver a ningún amigo en esta situación, ni mucho menos esperar a que mi hijo sea grande y le pase lo mismo. Desde esta desgraciada madrugada se me han acercado muchos jóvenes punks y heavies que les paso lo mismo, pero al ser menores los dejan tirado para no oficializar nada, me pregunto y los padres ¿les creen a estos cerdos o a sus hijos?, ¿hacen algo?. También gente grande como yo, o mas grandes tienen fotos y certificados médicos por apremio ilegales, pero no hicieron las denuncias, entiendo que cuesta mucho, hacen bien su trabajo de intimidar a golpes y humillaciones, pero quedarse sin hacer nada es darles rienda libre a los atropellos, yo hoy junto a mi familia, amigos y el ambiente roquero de esta ciudad, tenemos las mejores armas para cortar de una vez esa rienda impune, tenemos las armas de la expresión, y sabrán de ellas una y otra vez. No más golpes impunes, no más chicos perseguidos, no más represión!. No pienso dejar de hacer lo que me gusta desde chico, no me van a coartar las ganas de seguir aportando a nuestra cultura musical, no nos callan los golpes, hoy ni nunca. Gracias a las bandas, amigos, y mi familia que siempre esta cuando se los necesita, han sido días muy duros, pero todo esto malo, como dijo una amiga, en buena hora le pasa a alguien que no se va a callar, tal vez sirva para algo. Gracias por su atención.
Marcelo Ruben Aguilar Igor “pájaro” / 36 años / D.N.I.: 22.725.193 junto a Silvia Edith Cárcamo Macias “la negra” / 34 años / y Nehuen Aguilar Cárcamo / 3 años /.-
viernes, 9 de enero de 2009
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